REIKI
Reiki es una energía de orden superior que nos reconecta con nuestra fuente, con nuestra esencia divina y nos ayuda a despertar como seres espirituales y devolviéndonos nuestra capacidad ancestral de sanación. Por ello, cuando utilizamos la energía Reiki, lo hacemos a nivel físico, mental, emocional y fundamentalmente espiritual.
Desde el más elevado plano espiritual la energía Reiki nos ayuda a volver sobre nuestros pasos y a reconectarnos con nuestro Maestro Interno. A partir de allí, comenzamos a tener la oportunidad de alcanzar las más elevadas virtudes que provienen de nuestro interior.
Por esta razón, quienes de verdad practican seriamente la técnica de Reiki, experimentan profundos cambios en sus vidas y comienzan a sentir la conexión que los llevará a la armonización.
CONSTELACIONES FAMILIARES
Todos pertenecemos a un Sistema familiar al que estamos unidos energéticamente, incluso con los miembros que no están físicamente presentes y está regido por leyes invisibles. La alteración inconsciente de estas leyes hace que nos identifiquemos con nuestros antepasados, tomando responsabilidades que no son nuestras y que nos generan desgracia, sufrimiento, enfermedad, fracaso, accidentes… Las Constelaciones Familiares van más allá de cualquier terapia porque nos conectan con el espíritu y lo más profundo del alma y sus movimientos, permitiéndonos ver dónde quedó interrumpido el flujo de amor para iniciar de esta manera un proceso de profunda sanación.
Este método ha sido desarrollado por el psicoterapeuta alemán Bert Hellinger, nacido el 16 de diciembre de 1925 en Leimen, Baden, Alemania con el nombre de Anton Hellinger. Estudió Filosofía, Teología y Pedagogía. Durante 16 años trabajó como misionero de una orden católica en Sudáfrica, más tarde se graduó como psicoanalista y a través de la Dinámica de Grupo, la Terapia Primaria, el Análisis Transaccional y diversos métodos de Hipnoterapia, llegó a desarrollar su propia terapia sistémica y familiar. Su método de configurar Constelaciones Familiares enfocado directamente hacia la solución, le valió el reconocimiento como uno de los terapeutas claves del mundo psicoterapéutico actual.
En los últimos años, su trabajo ha evolucionado más allá de éste ámbito a lo que él ahora llama Movimientos del espíritu-alma. Varios miles de profesionales aplican sus métodos por todo el mundo, aunque no necesariamente de una forma estricta, adaptando sus originales interpretaciones a una gran variedad de aplicaciones personales, organizativas y políticas.
TERAPIA DE VIDAS PASADAS
La terapia regresiva es una técnica de acceso al inconsciente utilizada desde hace más de 3000 años por muchas culturas. Para ello se utiliza como herramienta de trabajo, una profunda relajación que permite entrar en un nivel de ondas cerebrales en el que se produce un estado alterado de conciencia, idóneo para provocar la libre asociación del inconsciente. La persona sigue estando alerta a lo que sucede en el aquí y ahora, permitiendo revivir los síntomas y agotar todas aquellas emociones que le perturban.
Para comprender este modo de trabajo, antes hemos de entender que aunque hablemos de vidas pasadas, para el alma y el espíritu, las vidas pasadas no existen como tales, se trata de una sola vida del ser profundo que somos, que transcurre adoptando diferentes formas, y cada vivencia de cada forma, no es otra cosa que una experiencia más.
Al desarrollar nuestro cuerpo físico, creemos que ésta es nuestra vida consciente, además a ese cuerpo le damos un nombre y apellidos que nos ayudan a identificarnos y a distinguirnos de los demás, por eso la muerte de ese cuerpo, nos da la sensación de una vida y ahondar en otra experiencia, nos da la idea de un personaje pasado, pero para el ser se trata de una sola vida y los distintos cuerpos que va utilizando, sólo son instrumentos para ir completando el aprendizaje.
Otro concepto muy importante a tener en cuenta es que la idea de tiempo lineal, tal y como nosotros la conocemos, no existe para el ser. Todo está aquí, ahora, al mismo tiempo y los distintos cuerpos que utiliza son ropajes diferentes; de la misma manera que vamos cambiando de ropa sin dejar de ser quienes somos, al cambiar de cuerpo, el ser sigue con su identidad original.
Por cambiar de cuerpo no se terminan los conflictos y las experiencias traumáticas que quedaron sin resolver, siguen estando pendientes. Al renacer en un nuevo cuerpo, el ser trae consigo todas las emociones y sensaciones que no fueron resueltas y de una u otra manera, reproducirá en el nuevo cuerpo las condiciones físicas, emocionales y mentales de la experiencia original.
De esta idea se deduce que mientras la persona está aquí, viviendo esta vida, una parte de su conciencia está atrapada en otro tiempo y en otro lugar, es lo que se llama «atrapamiento de la conciencia».
Cuando una persona viene a consulta por un síntoma bien definido ya está en regresión y por lo tanto, no hay que hacer nada para enviar a esta persona al pasado, por la sencilla razón de que ya está allí, aunque no tenga conciencia de ello.
«UN CAMINO HACIA LA FELICIDAD»
BERT HELLINGER
¿Cómo podemos ser felices o hacer un camino hacia la felicidad?
La felicidad empieza muy temprano, empieza con la madre y se sigue manteniendo en la relación con ella. El camino de la felicidad se interrumpe cuando perdemos el contacto con la madre, por supuesto también con el padre pero eso está en segundo lugar. Se puede observar, por ejemplo; yo lo hago a veces cuando miro la televisión, miramos a los actores o a los que están hablando, y entonces mi mujer pregunta: «¿Cuál es la relación de éste con su madre?» Se puede ver enseguida, el que está en conexión con su madre brilla, tiene una expresión de alegría y es amado por otros, eso se nota fácilmente; o cuando uno viene y dice que no está feliz, entonces yo pregunto por su madre, por su relación con su madre. Yo tengo en mi corazón a la madre de esta persona ya presente con respeto y como yo respeto a su madre, puedo llevarlo hacia su madre y de pronto comienza también a radiar y a brillar. Éste es un camino a la felicidad.
¿Es reparable la relación con la madre? Ya que para muchos es una relación de conflicto.
Los conflictos son necesarios. Muchas relaciones con la madre están bloqueadas porque tenemos expectativas con respecto a esa persona, que van más allá de lo que se puede esperar de un ser humano; y si los padres fueran perfectos, si la madre fuera la ideal, nosotros no seríamos capaces de vivir, no tendríamos la fuerza para vivir. Somos capaces de vivir porque nuestros padres tienen errores. Eso es lo que nos introduce en la verdadera vida, o sea, amamos a nuestros a padres así como son, tal cual como son, y así nos volvemos felices.
Estaba pensando, si todo lo que nosotros recibimos de nuestros padres, cosas que nos duelen por ejemplo, ¿todo es perdonable?
Un hijo que está perdonando, está acusando al mismo tiempo a los padres, se está poniendo por encima de ellos, y pierde a los padres, su suerte y su felicidad. Todo lo que sucede en cuanto lo puedo aceptar, decir que sí, así como fue se convierte en una fuerza; en cuanto lo rechazo o lo perdono quedo débil, me pongo por encima y la vez quedo pequeño.
Entonces ¿La aceptación no es ponerse por debajo en una situación? No lo estoy aceptando, le estoy diciendo que sí, si lo acepto así soy pasivo, cuando le digo que sí soy activo y al decir que si algo se transforma, al aceptar no se transforma nada. Es una diferencia importante.
Si en mí existiera un brillo por el tipo de relación que tengo con mi madre, ¿qué le pasaría a mi madre para conmigo? Ella por supuesto también está feliz; sobre todo se abre el corazón de la madre y su amor puede fluir hacia ti, las dos van a estar felices.
Había una vez un hombre que me dijo que su madre lo odió cuando era pequeño y ella vivía muy cerca de donde era este curso; entonces le dije: «vete a visitarla» Al otro día volvió, estaba radiante y le dije: «pero, ¿qué hiciste?», fui y le dije a mi madre: «estoy contento de que me pariste…», y la madre brillaba, radiaba y él también. Tan fácil es la felicidad.
¿Cómo nos preparamos entonces, para ser buenas madres, o ser de las madres que queremos brillar en los ojos de nuestros hijos? Muy simple: amar a la madre de uno mismo. Ahora tú también brillas…
Con la idea de cerrar esta nota, quería preguntar acerca de cómo queda el lugar del padre, ya que hablamos solo del lugar femenino ¿El padre se reivindica, tiene protagonismo o por el simple hecho que la madre ocupa el lugar que tiene que ocupar esto se da por añadidura?
Sí, el padre está en segundo lugar. Pero hoy día los padres están muchas veces excluidos, y el padre que está excluido pone triste a la madre, la hace infeliz. Para que la madre sea feliz ella tiene que respetar y amar al padre y eso no siempre es muy simple porque los hombres son distintos, los tenemos que amar así como son: distintos. Y los niños necesitan al padre, porque para la felicidad es necesario que ellos puedan tener al padre. Entonces niños felices son aquellos que son mirados por la madre y, la madre a través de este niño ama también al padre; y el padre mira a los hijos y a través de ellos ama también a la mamá. Ese tipo de niños son felices.
Entrevista realizada a BERT HELLINGER en el mes de Nov. de 2005
Intérprete: Esther Lak